Las dietas consistentes  en comer un solo alimento están basadas en el principio de la habituación, si se presenta un sólo alimento se reduce el interés por la comida, el sabor de una comida placentera se reduce cuanto más se come, sin embargo el cambio a un alimento distinto puede restablecer  la valoración positiva de la primera. Se puede controlar la sobrealimentación no variando los alimentos, evitando sentarse a la mesa con mucha variedad de alimentos.
  Por otra parte, la sensación de hambre permanece durante 20 minutos, por lo tanto si comenzamos a comer muy rápido y nos hemos comido dos platos en sólo 15 minutos, seguiremos teniendo sensación de hambre, porque esta sensación es independiente de los alimentos consumidos. Por el contrario si empezamos a comer despacio habiendo ingerido sólo un plato a los 20 minutos, la sensación de hambre habrá desaparecido, o por lo menos disminuido. Esto ocurre en los restaurantes cuando tardan mucho en servir, que se nos pasa el hambre después de tomar el aperitivo o los entrantes.
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