Hasta que no tienes un hijo no te das cuenta de lo difícil que es su educación, …y de la paciencia que hay que tener. Actualmente se sabe que la clave de la educación actual está en la motivación y no en el aprendizaje mediante condicionamientos (castigos, regañinas e incluso los «típicos» coscorrones o cogotazos). Motivándolo, el niño podrá elaborar procesos cognitivos que le ayudarán a asimilar mejor su aprendizaje, tanto en el colegio como en casa. Aún así, en algunas situaciones hay que castigar, pero sin que constituya el eje principal de la educación ya que podría provocar efectos negativos como pérdida de confianza en los educadores del niño o dañar su autoestima.
Como dijo el escritor Jean J. Barthélemy (1716-1795) «a las plantas las endereza el cultivo y a los hombres la educación»
En la web www.familiasenred.es, de la Consejería de Educación de la Comunidad Canaria, han preparado la siguiente infografía sobre cómo premiar y castigar a los hijos.
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