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Los sentimientos de depresión, si bien pueden cumplir funciones adaptativas como recabar la atención de los demás, construir un modo de comunicación en situaciones de pérdida o separación, o un modo de conservar energía para hacer frente a posteriores procesos de adaptación, cuando se dan a un nivel de mayor gravedad pueden llegar a ser patológicos.
En las últimas décadas se ha convertido en uno de los trastornos más comunes de la humanidad, como dijeron Perris y Klerman, los años cincuenta fueron la era de la angustia y la de los ochenta la de la depresión.
Sin embargo, no basta sólo con sentirse triste o deprimido, expresiones que usamos casi a diario, para que se pueda diagnosticar un estado concreto como una depresión, son necesarios unos requisitos que son recogidos en los manuales DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales) y CIE (Clasificación internacional de enfermedades).
Una persona deprimida presenta una serie de síntomas que pueden ser anímicos, como la tristeza, o la anhedonia, que es la incapacidad para disfrutar de cualquier actividad; síntomas motivacionales y conductuales, como la apatía, falta de motivación, inhibición general, que hacen que levantarse por la mañana o decidir sobre cualquier cosa sea una tarea bastante ardua; síntomas cognitivos, en la forma de disminución del rendimiento, memoria, atención, concentración; síntomas físicos, como tener insomnio, o lo contrario, hipersomnia, sentirse fatigado, perder el apetito y disminución del deseo sexual; y finalmente los síntomas interpersonales, el deterioro en las relaciones sociales, al que se le presta poca atención, el paciente deprimido pierde el interés por relacionarse con los demás.
Los trastornos depresivos se pueden dividir en trastornos depresivo mayor, distimia y trastorno depresivo no especificado.
El Trastorno depresivo mayor es el que ocurre cuando se presenta un episodio depresivo mayor, sin que haya habido ningún episodio de manía (lo que antes era el trastorno maníaco-depresivo, ahora llamado trastorno bipolar) y sin que se trate de un caso de esquizofrenia. El DSM-IV establece para que se de el episodio depresivo mayor que se de al menos durante dos semanas la presencia casi diaria de 5 de los siguientes síntomas, incluyendo los dos primeros, que necesariamente se tienen que dar:
1.Estado de anímo deprimido, sentir tristeza.
2.Disminución del placer o interés por cualquier cosa.
3.Aumento o disminución de peso o apetito.
4.Insomnio o hipersomnio.
5.Agitación o enlentecimiento psicomotor.
6.Fatiga o pérdida de energía.
7.Sentimiento de culpa de inutilidad o culpa.
8.Problemas de concentración o toma de decisiones.
9.Ideas recurrentes de muerte o de suicidio.
Además debe de haber interferencia de estos síntomas en el funcionamiento cotidiano, no debe ser por causa de tomar medicamentos, drogas, o por una enfermedad médica. Tampoco puede estar asociada a la pérdida de un ser querido, si ha transcurrido menos de 2 meses.
Otros tipos de depresiones son la distimia, caracterizada por darse de forma prolongada en el tiempo, aunque no cumplen con los requisitos sintomatológicos del trastorno depresivo mayor. Las recuperaciónes de la distimia son peores que los de la depresión mayor.
Y el trastorno depresivo no especificado, donde se incluyen, por ejemplo, el tratorno disfórico premestrual, la depresion pospsicótica en la esquizofrenia y la depresión menor (dos semanas como en el episodio depresivo mayor pero menos de cinco síntomas).
La mayor parte de los pacientes con depresión mayor se recuperan en 1 o 2 años. el 18% tarda más de 2 años. En cuanto a la cronificación del trastorno, las personas que han tardado más en pedir ayuda tienen más probabilidades de que se les cronofique el problema. Otros predictores de un mal pronóstico son edad avanzada al inicio del episodio y nivel socioeconómico bajo, también influye la edad avanzada y el nivel socioeconómico bajo. Otro punto a resaltar es que conforme se van produciendo los episodios depresivos, se van a cortando los ciclos depresivos y transcurre menos tiempo entre un episodio y otro.
Las depresiones se dan más en las mujeres (el doble), lo que hace pensar que pudieran influir factores genéticos ya que no es debido, según varios estudios a que se quejen más que los hombres o busquen más ayuda.
Si crees que puedes tener algunos de estos síntomas acude a tu médico.Imagen: Cuadro de Van Gogh On the Threshold of Eternity
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