Emilio Gómez Milán y Elvira Salazar López del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada han demostrado el llamado “efecto Pinocho”, según el cual cuando alguien miente la temperatura de su nariz cambia. Para el estudio, que forma parte de su tesis doctoral y que ha tenido gran repercusión en las revistas científicas, se ha usado la termografía, una técnica que detecta la temperatura de los cuerpos y que se usa en la industria, la construcción o la medicina pero que nunca había sido usada en el ámbito de la psicología. Al parecer ante un gran esfuerzo mental desciende la temperatura de la nariz,  ocurriendo lo contrario ante un ataque de ansiedad, que produce un aumento. Se produce una activación en una parte del cerebro denominada ínsula que tiene una función relacionada con las experiencias subjetivas emocionales y cuya actividad correlaciona negativamente con la temperatura del cuerpo: a mayor actividad menos temperatura y viceversa.

Mientras no saquen la app para iphone o Android muchos pueden estar tranquilos. Bromas aparte, habrá que esperar a su desarrollo y la posibilidad de implantación en ámbitos como la justicia o la política, aunque sabiendo que la primera es gestionada por la segunda, ya veremos.

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