Según el Instituto Nacional de Estadística en el año 2012 se produjeron más de 110.000 nulidades, separaciones y divorcios en España. De estos sobre un 70% fueron de mutuo acuerdo, un 57,5% de los matrimonios tenían hijos, y sólo un 4,3% de estos eran mayores de edad.
La ruptura de una pareja es, casi siempre, un proceso doloroso y difícil, y son los más pequeños los más vulnerables y los más expuestos a situaciones de riesgo.
Son los padres los que tienen que hacer un esfuerzo máximo para preservar la estabilidad de sus hijos y su proceso madurativo.
En una separación el primer cambio importante es la separación física, se ha de ir acostumbrando al cambio de residencia o a estancias temporales con ambos padres, al contrario de lo que se piensa, no hay ninguna evidencia científica de que cambiar de casa o habitación de juegos, por ejemplo, influya en la estabilidad del menor. Algunas estrategias de los padres son ayudarles a organizar su nuevo dormitorio participando activamente el propio menor. Mientras antes se alcance la normalidad en la vida de los padres antes ocurrirá lo mismo en la de los hijos, esto incluye nuevos horarios, rutinas, actividades, afrontándolas siempre con una actitud positiva.
Lo que los hijos necesitan para crecer felices son a ellos mismos (los padres), su afecto, su presencia, compartir la vida diaria, es un error por parte de los padres agasajarles con regalos, viajes o adoptar un estilo educativo permisivo y permitírselo todo.
En los padres pueden afloran sentimientos de culpa por haber provocado la ruptura de la familia o por no haber podido evitarla, pueden sentirse abrumados o tener ansiedad. El apoyo en el resto de la familia o en los amigos así como la confianza en uno mismo es una buena estrategia de afrontamiento de la separación.
A la hora de hablar de la ruptura a los hijos deben ser partícipes ambos, eligiendo el momento y lugar adecuado para hacerlo y evitando la expresión de sentimientos negativos. Explicar a un hijo la separación ha de hacerse con claridad para que lo entienda bien, ya que de lo contrario el hijo se podría culpar así mismo de la separación y se ha de mostrar una actitud tranquila y de normalidad.
Lee más consejos: cómo decírselo a los hijos, en qué puede cambiar la conducta de los hijos, el divorcio según la edad de los niños, qué actitud tomar: entenderse o enfrentarse, en esta guía del Defensor del Menor de Madrid Foto de Flickr –Loren Kern
Deja una respuesta