La psicología positiva se encarga del estudio científico (recordad que la psicología es una ciencia) de las estrategias para mejorar la vida de las personas. Se trata de crear experiencias positivas, rasgos positivos y formas de organización positivas con el propósito de mejorar la calidad de vida de la gente. No hace muchos años, su impulsor el psicólogo estadounidense Martin Seligman, cuando fue nombrado presidente de la Asociación de Psicología Americana (estadounidense-APA) se centró, en el funcionamiento humano óptimo. Para esto trabajó sobre las tres vías para alcanzar la felicidad: la vida placentera, con compromiso y la vida con sentido.
Sin embargo, la psicología positiva no es sólo pretender estar siempre contento y buscar la felicidad constantemente, la felicidad no se busca, es una emoción que se tiene cuando haces cosas que has buscado, es una psicología seria, basadas en investigaciones. Esta psicología positiva se contrapone a lo que se supone es psicología «negativa», tenemos la idea -ciertamente- de que la psicología de toda la vida se ha dedicado a las patologías, los trastornos y disfunciones de la mente y puede no tener tan buena fama como la psicología positiva.
En el libro Psicología positiva para dummies las autoras Averil Leimon y Gladeana McMahon desgranan esta psicología y siguiendo la definición de salud y bienestar de la Organización Mundial de la Salud trata temas como las emociones positivas frente a las negativas, cómo encontrar satisfacción en la vida y en el trabajo, descubrir las propias fortalezas y capacidades y utilizarlos activamente, potenciar las virtudes, participar en actividades, fomentar una vida familiar positiva, crear una buena vida laborar, contribuir al bien de la sociedad y encontrar un sentido a la vida.
En la búsqueda de la felicidad muchas personas se aferran a los bienes materiales, dándose lo que se llama la paradoja de Easterbrook (de Gregg Easterbrook) sobre la paradoja del progreso: cómo la vida mejora mientras la gente se siente peor. Según este autor las personas son negativas de por sí, por eso tienen que esforzarse para adoptar una actitud positiva y encontrar sentido a la vida con el fin último de ser verdaderamente felices.
En pocas generaciones hemos pasado de una vida de austeridad a nuestros días, donde la gratificación espontánea se fomenta en forma de préstamos para buenos coches, viajes, consumismo exagerado… Luego, esta forma de pensar lleva a la estabilidad hedonista: la ley de los rendimientos decrecientes significa que cada vez tienes que esforzarte más para alcanzar el mismo nivel de satisfacción, de manera que la insatisfacción es un resultado más probable.
Otro dato que aportan los estudios de la psicología positiva es que los optimistas tienen mejor salud: por ejemplo, ante una enfermedad potencialmente mortal, tardan más en desarrollar síntomas y tienen esperanza de vida más larga frente a los pesimistas. La actitud positiva tiene un gran valor en el comportamiento humano, el problema está ahí, probablemente ya lo estaba o no es culpa tuya, eres tú el que elige como enfrentarse a él, y por supuesto la actitud positiva es la mejor forma de afrontarlos.
Otros autores han criticado a Seligman y su psicología positiva, criticando la publicación de libros como «El Secreto«, ya que esa búsqueda de la felicidad a toda costa puede hacer que nos sintamos frustrados cuando no la conseguimos o pasamos por situaciones incómodas con la «actitud correcta», como promulgan algunos autores de la psicología positiva más popular. Aquí puedes leer un poco más sobre esto en otro post de esta web. Foto de Flickr http://www.flickr.com/photos/geishaboy500/2734448487/
Tenéis más títulos de la serie Para Dummies en http://www.paradummies.es
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