Tras sufrir un accidente de tráfico, una agresión física o sexual, o ser víctima de la comisión de un delito -victimización- se puede desarrollar el trastorno de estrés postraumático, y este término surge a partir de los estudios con excombatientes de la guerra del Vietnam. El trastorno se central en la reacción de la persona, más que que en el tipo de hecho traumático.
Según el Sistema de Clasificación de Trastornos DSM-IV-TR tienen que ocurrir las siguientes circunstancias: que se haya experimentado como testigo o víctima directa de un hecho o hechos que supongan un daño o una amenaza para su integridad física y que la reacción de ella fuera de respuestas intensas de miedo, indefensión u horror.
El hecho traumático se reexperimenta persistentemente mediante recuerdos y sueños desagradables, conductas o sentimientos que aparecen como si estuviera ocurriendo de nuevo, malestar psicológico, y reactividad fisiológica.
Hay además una evitación persistente de los estímulos asociados con el trauma y falta de capacidad general de respuesta, y puede ser tanto para evitar pensamientos, como para desarrollar actividades.
También pueden aparecer síntomas persistentes de hiperactivación fisiológica como dificultad para conciliar o mantener el sueño, irritabilidad o explosiones de ira, dificultades de concentración, hipervigilancia y respuesta de alarma exagerada. Para que se dé este trastorno la duración de estos trastornos ha de ser superior a 1 mes y causar malestar clínico o alteración significativo en el funcionamiento social, laboral u otras áreas importantes de la vida.
En el caso de los accidentes de tráfico hay cierto recelo en el diagnóstico de este trastorno mental ya que intervienen otros factores, como es el caso de las reclamaciones civiles para obtener indemnizaciones. Juega aquí un importante papel el psicólogo forense, encargado de la realización de peritajes psicológicos en los casos de incapacidad, responsabilidad civil, secuelas de accidentes laborales y de trafico.
Importante es el dato de la Organización Mundial de la Salud, de 1999, de que la mitad de las causas de discapacidad son enfermedades mentales. La OMS distingue entre el déficit en el funcionamiento como la pérdida o anormalidad de una parte del cuerpo o de una función fisiológica o mental, la limitación en la actividad, como las dificultades para la ejecución de las actividades, y la restricción en la participación, como los problemas para implicarse en situaciones vitales.
El objetivo de la prueba pericial psicológica es el de valorar y verificar la existencia de una incapacidad por trastorno psicológico, para posteriormente ponerlo en conocimiento de la autoridad judicial y aportarlo al proceso judicial de una reclamación. Infórmate sobre reclamaciones en abogadoszaragoza.net
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