En las tiendas nos lo ponen fácil para regalar experiencias como un paseo en barco, unas noches de hotel o un curso de submarinismo, con las tarjetas para practicar o realizar actividades. Regalar es un acto comunicativo y social que ha sido objeto de estudio por la psicología desde hace muchas décadas. Un estudio publicado en Journal of Experimental Psychology demostró que regalar es más placentero que recibir un regalo, y que elegir un regalo de forma concienzuda y pensada denota un punto de narcisismo por parte del que lo hace.
Según recoge agenciasinc.es, un estudio de Cindy Chan y Cassie Mogilner de las Universidades de Toronto y Pensilvania concluye que hacer este tipo de regalos aumenta los lazos interpersonales entre amigos y familiares, más que regalar objetos, y esto es independiente si se disfrutan juntos o por separado -este dato es importante, porque no hay por qué coincidir en los hobbies.
La razón para esta mayor satisfacción con el regalo recibido es que esta satisfacción no se siente en el momento de recibir un regalo, sino cuando se está realizando la actividad regalada.
Otra opción a la hora de regalar es hacerlo con una tarjeta regalo, aquí también es más positivo el regalo, ya que según Chelsea Helion de la Universidad de Columbia (EE.UU), no es lo mismo que regalar dinero en un sobre, porque éste puede ser gastado posteriormente en cualquier cosa -como echar gasolina-, mientras que una tarjeta regalo «obliga» a gastarla en artículos deseados y placenteros y que tal vez no comprarían si tuviesen el mismo dinero en metálico.
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