Colabora en Ipsicologo.com con este artículo sobre los selfies la psicóloga Jennifer Benítez Navas:
Facebook, Instagram, Twitter, Youtube, WhatsApp, Tumblr, Flickr, Qzone. ¿Quién no ha oído hablar de algunas de estas redes sociales? Lo cierto es que hoy en día forman parte de nuestra vida, ya que ofrecen ventajas tales como una comunicación más rápida, un modo de entretenimiento, crear contactos, compartir momentos, etc. Pero alguna vez nos hemos parado a pensar ¿cuánto de nuestra vida estamos dedicando a dichas redes? La tendencia marcada por las redes sociales es “compartir” cada momento del día con un innumerable número de personas, amigos, familiares, vecinos, conocidos e incluso desconocidos.
Debido a dicha tendencia se ha generado una nueva forma de hacerse fotos, los conocidos selfies, hay quienes ellos mismos se fotografían continuamente mostrando a determinada red lo que se encuentran haciendo en determinado momento.
Este afán por querer mostrar algo (dejémoslo en realidad o ficción) podría ser tomado como un ritual, una necesidad de comprobación de la belleza, ¿y por qué querer mostrarla? Cuanto esta necesidad de querer mostrar a la red quiénes somos y qué estamos haciendo en ese momento, estamos desarrollando una conducta disfuncional, en otras palabras; una conducta que no nos está sirviendo para poder desarrollarnos de manera sana ¿o es que acaso la nueva manera de aumentar la autoestima es el numero de likes en una publicación?
Hay personas en quienes este es su estilo de vida, la forma en la que se sienten bien consigo mismo al ver que en su última publicación tienen 40 likes, detengámonos en este aspecto; si una persona para sentirse bien con la última actividad que ha realizado o el último conjunto de ropa que acaba de lucir siente el deseo desmesurado de publicarlo en una red, en este caso podríamos catalogarlo como una carencia afectiva.
Dicha carencia podría ser paternal, filial, etc, pero lo cierto es que esa persona está cubriendo un vacío emocional con una red social la cual solo existe en internet, no está creando un circulo emocional con sus seres queridos con personas reales.
Aunque nos parezca impactante, ese vacío emocional no está siendo suplantado de la manera idónea pues esta persona estaría aprendiendo que las redes sociales son la manera adecuada para poder resolver sus problemas, es decir cuando se muestre a disgusto con sus amigos, su empleo o se encuentre con el estado de ánimo triste; su manera de solucionarlo sería tomándose una foto de lo disgustado que se encuentra o escribiendo innumerables insultos en su tablón ¿realmente estaría solucionando algo?
¿Cómo enseñaría esta persona a sus hijos cuando tengan un problema en la escuela, si son ellos mismos quienes no saben cómo hacerlo? Sin darnos cuenta, este sistema nos estaría debilitando progresivamente nuestras habilidades de resolución de problemas, porque recordemos; lo que no se usa, se pierde.
Las redes sociales están bien y nos sirven de gran ayuda, pero toma nota; debes alarmarte cuando los desconocidos sepan más de tu vida que quien tienes al lado.
Foto de Neda Andel
Deja una respuesta