Los celos se dan en todas las relaciones interpersonales: en el trabajo, entre hermanos, amigos y sobre todo en la pareja. Los celos han estado presente en la literatura (p.e. Otelo), en el cine (p.e. películas como Vicky Cristina Barcelona, Atracción fatal o la española Te doy mis ojos) y en el arte de todas las épocas.
Se podrían definir los celos en la pareja como un sentimiento o una emoción que surge como consecuencia de un exagerado afán de poseer algo de forma exclusiva y cuya base es la infidelidad -real o imaginaria- de la persona amada ( Echeburúa y Fernández Montalvo, 2001).
Los celos como herramienta para mantener y consolidar la pareja, en el caso de que sean moderadores, podrían haber favorecido la evolución del hombre, en cuanto que previenen la infidelidad y la de la pareja. El temor, sospecha o creencia a perder a una persona provocan un estado temporal (emociones como enojo, rabia, humillación, ansiedad, tristeza y depresión) en respuesta a una amenaza, y que lleva consigo acciones específicas, como la violencia.
Los celos patológicos presentan manifestaciones clínicas en el nivel emocional, donde es frecuente la ansiedad y/o la agresividad, en el nivel cognitivo, con pensamientos intrusivos relacionados con la infidelidad, y en el conductual, con rituales compulsivos de comprobación de facturas de teléfono, visitas al trabajo, etc para controlar al cónyuge.
La terapia contra los celos va dirigida a modificar el comportamiento realizado para controlar las ideas de engaño que presenta la persona celosa, empleándose la técnica de exposición y la de prevención de respuesta. La primera consiste en hacer que el sujeto se enfrente gradualmente a las situaciones temidas, y puede ser en imaginación o en vivo (situaciones que disparan los celos). Al revivir los celos con intensidad los pensamientos pierden su capacidad evocadora de emociones desagradables, y finalmente desaparecen los sentimientos de celos. La segunda consiste en evitar que lleve a cabo las conductas de comprobación de las sospechas (llamar por teléfono, comprobar la correspondencia,…). Las instrucciones que pueden darse son, por ejemplo, estas: cierra los ojos y piensa en situaciones al que surgen tus celos, presta toda tu atención en estos pensamientos, hasta que disminuya tu ansiedad y malestar. Esto suele durar unos 15-30 minutos. Las situaciones imaginadas se clasificarán por grado de ansiedad que provocan comenzando por las de menor grado.
Las anteriores son técnicas conductuales, entre las técnicas cognitivas se usa la reestructuración cognitiva,que resulta útil para trabajar sobre los sesgos que se producen en el procesamiento de la información. Se busca que la persona se de cuenta de la irracionalidad de sus pensamientos y aprenda estrategias para eliminarlos y sustituirlos. Esto lleva a un mayor control de su comportamiento y de las emociones.
Una relación en la que uno de los dos sufra celos intensos puede llegar a destruir la pareja, por eso es aconsejable al notar lo primeros síntomas, poner remedio, primero hablando con la pareja y después con un psicólogo que ayude a controlarlos.
Fuente: Aneley M. Carlen, Alexis Kasanzew y Andrés F. López Pell, 2009. Fundación para la Salud y la Educación, Argentina. Universidad Católica de Santa Fe. Revista Electrónica de Psicología Iztacala.Vol.12.
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