Un trastorno psicosomático es cualquier patología orgánica o proceso patofisiológico conocido en el que los factores psicológicos están relacionados con su inicio o curso.
Los factores de riesgo cardiovascular clásicos como la herencia,la hipertensión, el tabaco, la obesidad, edad, o exceso de alcohol, solo pueden explicar el 50% de las muertes producidas por enfermedad coronaria. Se han desarrollado hipótesis que apuntan a que los factores relacionados con el estrés como el estrés psicosocial, la conducta tipo A y el complejo ira-hostilidad-agresión y el tipo de reacción interpersonal son también factores importantes.
Referente al estrés psicosocial, el laboral está particularmente implicado. No puede decirse que los del tipo A tengán más riesgo que los del tip B (ausencia de características del tipo A), para sufrir infarto o mortalidad por cardiopatía coronaria (CC).
Sí sugieren los datos de los últimos estudios, Smith (1992), que las personas hostiles pueden tener un riesgo incrementado para padecer CC. Los individuos hostiles tienen una elevada actividad fisiológica en algunas situaciones, poseen más conflictos interpersonales, menos apoyo social y más hábitos diarios no saludables.
Según Sandín (2002) la hostilidad, la ansiedad y la depresión pudieran ser factores psicológicos asociados a la salud cardiovascular. Hay evidencia de que el estrés psicosocial y las emociones negativas juegan un importante papel en la CC, más que los clásicos factores como el colesterol, la edad, el tabaquismo, la hipertensión y la obesidad. El estrés, además de sus efectos directos sobre el corazón en la forma de mecanismos fisiológicos (incremento de adrenalina, noradrenalina, lipolisis, tasa cardíaca, etc) también incrementa las emociones negativas, como la hostilidad, la ansiedad y la depresión.
La emoción negativa actúa en la salud cardiovascular, tanto como una causa como una consecuencia. Sandín concluyó que la evidencia de la ansiedad en el comienzo de la CC es muy consistente, la evidencia de la hostilidad es limitada pero sugestiva, y aunque la depresión ha sido asociada con la mortalidad post-infarto, la evidencia sobre su implicación en su inicio no es concluyente, siendo más influyente en la evolución. La hostilidad desempeña un papel menos claro, aparentemente implicada en el inicio.
Conducta o sujeto tipo A: aquellos sujetos que perciben el entorno como opuesto a sus objetivos y con un nivel de reto personal elevado, perciben de forma amenazante su autoestima y control, y necesitan autoafirmarse y recuperar la sensación de control a través de logros personales, definición de Glass, 1977; y gira en torno a cuatro componentes: competitividad, sobrecarga laboral, impaciencia y hostilidad.
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