La tecnología al servicio de la psicología. Ya desde la creación de Eliza, la psicóloga virtual se han utilizado recursos tecnológicos e informáticos para ayudar a analizar el comportamiento o la conducta humana. Aplicaciones para móviles las hay de todo tipo, desde las más escatológicas como la de gases y efluvios hasta las más prácticas y serias. Poco a poco iremos viendo el móvil o la tablet como un soporte (muy útil) para el desarrollo de nuestras necesidades en cualquier ámbito, y no como un aparato de ocio al que, ya puestos, le metemos alguna aplicación curiosa para medir la tensión o hacer la lista de la compra. Las destinadas a la gestión en Hospitales o diagnósticos pueden llegar a ser muy útiles.
Ahora, en el departamento de psicología de la Universidad de Cambridge, han creado una aplicación para medir el estado de ánimo, aprovechando que llevamos todo el día el móvil en el bolsillo, mediante la combinación de dos tipos de información: la que aportan los sensores del móvil y la percepción que la propia persona tiene de su estado anímico, es decir, combina la información objetiva del teléfono con la subjetiva que aporta mediante los informes de autoevaluación (llamados autoinformes). Por una parte, el teléfono pregunta diariamente a su usuario por su estado de ánimo, mientras que por otra se recoge información a través de los sensores de GPS, llamadas de teléfono-sms y acelerómetro, analizándose además los datos contradictorios que se puedan obtener como responder que se está feliz y no hacer ninguna llamada a ningún amigo. Al cabo de ocho semanas la aplicación ya puede emitir un «diagnóstico» en base a la información recopilada. La aplicación está en fase de prueba y se puede descargar de Google Play para participar en el proyecto, y aseguran que cuentan con las pertinentes garantías de privacidad.
La aplicación se llama EmotionSense y está disponible en Google Play
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