Pollyanna es una novela de Eleanor H. Porter publicada en el año 1913 en la que su protagonista, una niña del mismo nombre, veía siempre el lado positivo de las cosas, como si se tratase de un juego. El libro tuvo tanto mucho éxito que se acuñó un nuevo término en inglés, se usa Pollyana para designar a una persona que es optimista de forma exagerada.
El principio de Pollyanna es la tendencia a la sobreestimación de las probabilidades de ocurrencia de una alternativa, por ejemplo, se da en los juegos de azar o loterías, se sobreestima la probabilidad de que toque el premio, hay una exceso de confianza. A todos nos ha pasado alguna vez, incluso jugando a la Primitiva, aunque la probabilidad de acertar 6 números sea de 1 entre 14 millones, y lo fácil que parece.
Cuando se estima una probabilidad en la vida real, como la satisfacción al elegir un coche en lugar de otro, o elegir una carrera, por ejemplo, se emplean heurísticos o reglas sencillas a modo de atajo usadas cuando el problema es complejo o la información disponible está incompleta. Se usan los heurísticos por las limitaciones de nuestro sistema cognitivo, si no fuera así, no nos harían falta y podríamos realizar razonamientos sin errores. Así, se suele dar la misma probabilidad de ocurrencia a las distintas probabilidades, se eligen las alternativas con el mejor resultado, o la mejor de las peores. Otras veces se opta por una opción intermedia, se intenta reducir al mínimo el arrepentimiento después de la elección, o se elige la alternativa que ya conocen porque les resultan familiar. Foto de Flickr.com
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