El síndrome del impostor

Únete a 5.588 seguidores más

Suscríbete a las novedades por correo electrónico. Lee sin publicidad. Accede a todo el contenido de calidad suscribiéndote por sólo 6€/año.

Hay personas que cuando llegan a un puesto importante en su trabajo tienen el sentimiento de que son un fraude, que no se han merecido llegar hasta donde han llegado, que están engañando a todos los que le rodean y que algún día serán desenmascarados.

Esto es un fenómeno psicológico que se produce cuando no se internalizan los logros y el término fue descrito por primera vez por los psicólogos Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978.

Estas personas atribuyen su éxito a factores ajenos a ellos, como la buena suerte, suelen tener expectativas demasiado altas, son perfeccionistas y les parecen continuamente que no se están esforzando lo suficiente. No es una enfermedad mental reconocida sino más bien un problema de inseguridad.

Este síndrome puede repercutir en que se no prospere en el ámbito laboral, ya que se tendrá miedo a acceder a puestos mejores. Además, afecta también al ambiente laboral y a las relaciones jerárquicas de las empresas.

Este fenómeno se puede asociar a otros problemas como baja autoestima, frustración, falta de autoconfianza, y a un autoconcepto negativo, por lo que mejorando estos factores se evitará sentirse como un impostor.

El término «síndrome del impostor» fue acuñado por primera vez en 1978 por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en un artículo publicado en la revista Psychotherapy: Theory, Research and Practice. En su estudio, Clance y Imes observaron que muchas mujeres altamente exitosas tenían la sensación de que su éxito se debía a la suerte y no a su habilidad, y que se preocupaban por ser descubiertas como «impostoras».

Sin embargo, desde entonces se ha descubierto que el síndrome del impostor también afecta a hombres y a personas de todas las edades y orígenes. Aunque Clance y Imes fueron las primeras en identificar este fenómeno, se cree que el síndrome del impostor ha existido desde hace mucho tiempo. La presión social y cultural para tener éxito y la tendencia a compararse constantemente con los demás pueden ser factores que contribuyen a su desarrollo.

El síndrome del impostor ha sido ampliamente estudiado y discutido en la literatura, el cine y la televisión. Aquí te presento algunos ejemplos:

Ejemplo conocidos del síndrome del impostor son los siguientes:

La actriz Emma Watson ha hablado abiertamente sobre su lucha con el síndrome del impostor a pesar de su éxito en la industria del cine.

La película «Black Swan» (2010) de Darren Aronofsky explora el tema del síndrome del impostor a través del personaje de Nina, interpretado por Natalie Portman, una bailarina que lucha por alcanzar la perfección en su arte.

El libro «The Secret Thoughts of Successful Women» de Valerie Young es un estudio detallado del síndrome del impostor y cómo afecta a las mujeres en particular.

En la serie de televisión «How I Met Your Mother», el personaje de Ted Mosby experimenta el síndrome del impostor en varias ocasiones, especialmente cuando se trata de su carrera como arquitecto.

La cantante y compositora canadiense Alanis Morissette ha hablado sobre su experiencia con el síndrome del impostor, incluso en su canción «Perfect».

No existe una cura definitiva para el síndrome del impostor, pero hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir sus efectos y mejorar la autoestima de las personas que lo experimentan. Aquí te presento algunas de ellas:

  1. Reconocer el problema: El primer paso para superar el síndrome del impostor es reconocer que lo tienes. Aceptar tus sentimientos y hablar con alguien en quien confíes puede ser un buen punto de partida.
  2. Desafiar tus pensamientos: Las personas que experimentan el síndrome del impostor a menudo tienen pensamientos negativos y autocríticos. Es importante cuestionar estos pensamientos y recordarte a ti mismo que eres capaz y que mereces tus logros.
  3. Habla con otras personas: Compartir tus sentimientos y miedos con otras personas puede ser muy útil. No solo te ayuda a desahogarte, sino que también te permite darte cuenta de que no estás solo en tus sentimientos.
  4. Aprender a aceptar el fracaso: Aceptar que todos cometemos errores y que el fracaso es una parte natural del proceso de aprendizaje puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad asociados con el síndrome del impostor.
  5. Establecer metas realistas: Establecer metas realistas y alcanzables te permitirá sentirte más seguro de ti mismo y tener más confianza en tus habilidades.
  6. Busca ayuda profesional: En algunos casos, la ayuda de un profesional de la salud mental puede ser necesaria para superar el síndrome del impostor. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de grupo son opciones efectivas para abordar este problema.

En general, superar el síndrome del impostor puede llevar tiempo y esfuerzo, pero es posible. Con el tiempo y la práctica, puedes aprender a confiar en tus habilidades y reconocer tu propio valor y éxito.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Alimentación Bienestar Cursos y guías Deporte Depresión Educación e hijos Estrés y ansiedad Experimentos Familia Internet y redes sociales Libros Libros de psicología Memoria Mindfulness Otras lecturas Pareja Psicologia cognitiva Psicología Psicología de la emoción Psicología positiva Psicología Social Sin categoría Terapias Terapias Tercera Generación Trabajo Trastornos mentales

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: