Usar el móvil, ver la televisión, oír música mientras se estudia, o realizar más de una de estas tareas al mismo tiempo, lo que se llama la multitarea o uso simultáneo de TIC (tecnología de la información y la comunicación), tan normal y eficiente en los ordenadores, puede llegar a ser perjudicial. El uso generalizado de la tecnología a diario ha generado un gran interés por saber cómo nos afecta. Recientemente un estudio de Loh y Kanai, 2014 ha llegado a esta conclusión.
Los psicólogos encontraron un peor rendimiento en las tareas de control cognitivo y presentan más dificultades socio-emocionales en las personas que participaron en el estudio. Éste relacionó la actividad multitarea y la estructura del cerebro, pasando un cuestionario sobre el uso de la primera y realizando resonancias magnéticas del cerebro. La investigación quiere esclarecer si la estructura del cerebro puede ser alterada después de la exposición prolongada a nuevos entornos y experiencia.
Las personas que habían usado simultáneamente y con más intensidad los aparatos electrónicos tenían menor densidad de materia gris en la corteza cinglada anterior (CCA), la región del cerebro en la parte delantera que que se encarga de algunas funciones cognitivas, la empatía y las emociones, la toma de decisiones y la forma en que procesamos recompensas.
También sugiere el estudio que la multitarea medios se asocia con problemas emocionales, como la ansiedad y la depresión, así como problemas cognitivos, como la mala atención. Los investigadores encontraron que esta asociación no tenía nada que ver con la personalidad.
Finalmente, una cosa que apuntan los autores es que el estudio no permite especificar la dirección de la causalidad. Es decir, si el uso de la multitarea es causa de un tamaño inferior, o el tamaño inferior de este en los sujetos hace que tiendan más al uso de la multitarea, ya que estos pueden ser más susceptibles a las situaciones de multitarea debido a la capacidad más débil en el control cognitivo o regulación socio-emocional).
Los resultados encuentran nuevos datos en la relación entre los medios de comunicación individuales y diferencias en la estructura de la corteza cinglada anterior, hasta ahora inexistentes.
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