El
efecto placebo se ha incorporado como un control en el diseño de los estudios científicos, como en la investigación farmacológica, permitiendo identificar los efectos específicos de un medicamento. En el campo de la psicología todavía es un desafío establecer cuales son los mecanismos psicológicos implicados en él.
Implica una serie de procesos complejos y no completamente determinados aún, que influyen en todo tratamiento tanto médico como psicológico.Cuestiones importantes que se plantean son las siguientes:
¿Cuál es la efectividad real de los procedimientos o intervenciones médicas o psicológicas más allá del efecto placebo?
¿Es el placebo un tipo de intervención paralela a los métodos tradicionales en las ciencias de la salud?
Placebo deriva del latín placere, complacer, la primera definición es del año 1785, donde se describe como medicina o método ordinario, más tarde se definió como medicina falsa, supuestamente inerte o inofensiva, que puede tener efectos importantes, tanto positivos como negativos.
La última definición de placebo deriva de la revisión recientemente publicada por Steward-Williams y Podd (2004), en la que lo conciben como una sustancia o procedimiento que no tiene poder inherente para producir un efecto que es buscado o esperado. Otras definiciones son: un efecto psicológico o fisiológico, en un humano u otro animal, que es atribuible al hecho de recibir una sustancia o estar bajo un procedimiento determinado, no siendo dicho efecto adjudicable al poder inherente de la sustancia o procedimiento.
Hay que distinguir entre placebo y efecto placebo, el primero es la sustancia o el procedimiento y lo segundo son las consecuencias positivas del procedimiento, ya que existe el efecto nocebo, que se usa para referirnos a los efectos secundarios no relacionados con la medicación que ingieren las personas que la toman. ( no hay que subestimar al efecto placebo negativo o nocebo, ya que en una revisión realizada a 109 estudios se encontró evidencia de eventos adversos en la salud de los voluntarios durante la administración del placebo de un 19%). Los efectos que produce una intervención a priori inefectiva o neutra puede provocar efectos tanto negativos como positivos.
Hay que distinguir al estudiar una intervención lo que son las consecuencias producto del efecto placebo real, de los que son las consecuencias de otros factores o variables que influyen en la apreciación del efecto placebo:
-Curso natural de la enfermedad.
-efecto de regresión a la media.
-Intervenciones paralelas no especificadas.
-Efecto hawthorne (mejoría o mayor rendimiento en individuos cuando son sometidos a observación).
Dentro del primer bloque, son variables del efecto placebo el género, las expectativas del paciente, los niveles de estrés y ansiedad (que puede ser más efectivo porque reducen la ansiedad) y según el paciente sea más o menos capaz de seguir instrucciones de forma más exacta, que responden en mayor medida al efecto placebo. En cuanto a las variables correspondientes al placebo en sí, como tamaño, dosis, color, forma de aplicación, a mayor tamaño, más efectividad, y también se da esto cuando la dosis es mayor. Una píldora de color frío como el azul, tiene efectos depresores y si el color es cálido, como el rojo o amarillo, se asocia a efectos estimulantes. En cuanto a la forma, las cápsulas son más potentes que las tabletas, y las inyecciones más que las cápsulas. En la aplicación, son más eficaces las aplicadas exteroceptivamente, como las cremas o la resonancia magnética. Otro tipo de variables es la actitud del terapeuta o investigador, si es cordial, amistoso, interesado, simpático, empático, prestigioso y con una actitud positiva hacia el paciente y el tratamiento, así como las expectativas, tienen un efecto beneficioso.
Teorías que lo explican.
La teoría biológica, la hipótesis de los opiáceos endógenos, aunque no está muy corroborada, sugiere que el efecto placebo genera situaciones de decrecimiento del dolor y la inflamación al estimular la secreción de opiáceos endógenos y hormonas catecolamínicas.
La Teoría de la Expectativa es la más aceptada en los últimos años. La expectativa es conceptualizada como un contenido cognitivo explícito, conscientemente accesible, de manera tal que un placebo produce un efecto porque el receptor lo espera. Es decir, que si se espera mucho de un medicamento o intervención, la respuesta al mismo es mejor. Por el contrario, si los efectos atribuidos al placebo son poco creíbles o inaplicables, disminuye la probabilidad de que el efecto placebo tenga lugar. Hay que tener en cuenta que si una droga o tratamiento cuyo efecto inherente es suprimir los síntomas de una enfermedad, podrían también ayudar indirectamente a sanar la causa subyacente, debido a la mera supresión de los síntomas, lo cual probablemente promueva la creencia de la gente de que el tratamiento está funcionando y así sus expectativas de cura. 
Tiene esta teoría algunas implicaciones no tan beneficiosas: si se le explica a los pacientes los efectos colaterales de una droga, aumenta la probabilidad de que ellos experimenten tales efectos (esto explicaría el efecto nocebo). Una explicación de las expectativas puede ser que reduzcan la ansiedad, promoviendo la activación de diversas funciones biológicas beneficiosas para el organismo. Un placebo inducido con la expectativa de analgesia, puede influir en la disminución de pensamientos e imágenes negativos y aumentar la frecuencia de cogniciones positivas, lo cual es un cambio que puede disminuir la experiencia de dolor.
El condicionamiento clásico es el tercer modelo explicativo, se define como el tipo de aprendizaje que opera cuando una señal nueva EC se empareja con una señal EI que tiene la propiedad de provocar una respuesta incondicionada RI. Después del emparejamiento, también EC adquiere la propiedad de provocar una respuesta RC más o menos similar a RI. Aplicado a este tema un placebo sería un EC y el efecto placebo es una respuesta condicionada RC.
Actualmente se considera que es más probable la existencia de una relación entre estas dos últimas teorías para explicar el efecto placebo, las expectativas explícitas mediaría el condicionamiento clásico.
Un experimento realizado por Rose, 2004, se aplicó shocks eléctricos a los voluntarios (pensemos que no muy fuertes) y a continuación se les administró una crema que se les dijo que disminuye el dolor, siendo en realidad un placebo. Al aplicarse nuevamente el estímulo doloroso, los voluntarios manifestaron menos dolor. La resonancia magnética cerebral confirmó los reportes de los sujetos, cuando reportaron que la crema decrecía el dolor, la descarga eléctrica producía menos actividad en el tálamo, que es el centro del dolor en el cerebro. Al mismo tiempo, también se constató un aumento de la actividad observado en el córtex pre-frontal, área asociada a las respuestas de anticipación en el cerebro.
En relación a los trastornos mentales, se evidencia que un porcentaje importante de personas con patología psiquiátrica se benefician con el consumo de placebos, siendo la depresión una de las patologías donde el efecto placebo tiene especial relevancia. Con el uso de antidepresivos, entre un 25% y un 60% de los que han sido tratados con un placebo han tenido una reducción de síntomas. La mejoría a los síntomas se debe a un 50-70% al efecto placebo y no a los efectos farmacológicos.
En los casos de ansiedad y estrés, el placebo parece ser más efectivo en personas ansiosas y sus efectos son atribuidos a la reducción de la ansiedad y asociados a la disminución del sufrimiento. Se ha demostrado que es efectivo para disminuir la ansiedad anticipatoria tanto en enfermedades como en trastornos exclusivamente psicológicos. 
Y, finalmente, en cuanto a los tratamientos psicoterapéuticos, la investigación del efecto placebo es complicada, ya que la efectividad de las terapias está influenciada por variables llamadas comunes o no específicas, como la relación con el terapeuta y el género de este, o la asistencia a sesiones y el contacto social, por lo que hay que diseñar tratamientos placebos específicos para determinar la efectividad de un determinado tratamiento psicológico.
Fuente: Abarca A., Octavio, Chacón S., Alexander, Espinosa S., Fabiola, Vera-Villarroel, Pablo Placebo y Psicología Clínica: Aspectos Conceptuales, Teóricos e Implicancias. Terapia Psicológica [en linea]. 2005, 23(1), 73-82[fecha de Consulta 24 de Septiembre de 2021]. ISSN: 0716-6184. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=78523108

Fuente foto: https://flic.kr/p/dzc7vP

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