Flexibilidad psicológica para una vida plena, es la última receta de la Psicología de la ACT

Únete a 5.583 seguidores más

Suscríbete al contenido premium

Lee más contenido de este tipo suscribiéndote hoy mismo.

La vida debería ser cada vez más fácil, pero no es así. Esta es la paradoja del mundo moderno. En un momento en el que la ciencia y la tecnología nos ofrecen longevidad, salud e interacciones sociales inimaginables hasta hace muy poco, demasiados de nosotros tenemos dificultades para llevar una vida significativa y llena de amor y de contribución a los demás.

Steven C. Hayes, primer párrafo de su libro Una mente liberada.

La supuestamente «normalidad saludable» es la que asume que el ser humano es inherentemente feliz, solidario, altruista, y está en paz consigo mismo. Etiquetar el sufrimiento humano como síntomas o síndromes como si fuera una enfermedad física es algo que se ve como lo normal, y esto se debe a que ha habido una biomedicalización del bienestar psíquico humano. Sin embargo, el sufrimiento psíquico es una de las características básicas de la vida humana, es normal en algún momento tener emociones negativas, pensamientos que nos perjudican, conductas no adaptativas que una vez realizadas nos arrepentimos y sufrimos sus consecuencias. Se ha extrapolado el estado homeostático natural de salud física, tras el éxito de la medicina actual, que cada vez más es capaz de curar más enfermedades y de hacernos vivir más años, a la salud psíquica, adoptándose también en ésta el presupuesto de homeostasis o equilibrio mental a cualquier hora del día, es decir, el bienestar y la felicidad constante es la normalidad.

La flexibilidad psicológica es la base de la Terapia de Aceptación y Compromiso, ACT. La definió Steven C. Hayes en su libro Una mente liberada como «la capacidad de sentir y de pensar con apertura mental, de asistir voluntariamente a la experiencia del momento presente y avanzar en las direcciones que son importantes para nosotros, al tiempo que forjamos hábitos que nos permiten vivir de un modo congruente con nuestros valores y aspiraciones». 

La capacidad de ser flexibles en nuestra forma de pensar y actuar nos permite abordar el malestar y la inquietud con una mente abierta, curiosa y amable. Se trata de observar los aspectos de nuestra vida que nos causan dolor, los cuales suelen ser los más significativos para nosotros, sin emitir juicios y mostrando compasión. Se trata de aprender a no evitar el dolor, sino de afrontarlo para lograr alcanzar una vida plena de sentido y propósito. Lo que solemos hacer es o bien reprimir el dolor o bien quedarnos atrapados en él, con rumiaciones, que nos mantienen preocupados permanentemente. La flexibilidad psicológica hace que aceptemos el dolor para vivir como lo queremos hacer, con dolor, cuando lo haya, o sin él, cuando no lo haya. 

La flexibilidad psicológica se puede aprender y supone una gran liberación, ya que una vida completa incluye los malos momentos también. 

La rigidez psicológica, lo antepuesto a la flexibilidad, es un intento de evitar las emociones y los pensamientos negativos producidos por experiencias difíciles. Hemos terminado un contrato de trabajo y nos sentimos mal pensando que somos unos ineptos para ese trabajo y por ello no nos han renovado. Este tipo de pensamiento nos acompañarán mucho tiempo, y lo que es peor, se nos quedará grabado para recordarlo a la próxima situación dolorosa. Y cuanto más queramos arrinconar esos pensamientos, más lo marcaremos en nuestra memoria. Dice Hayes que invocar afirmaciones positivas como soy muy bueno en mi trabajo funcionan cuando no se necesitan, ya que si se dicen cuando nos sentimos mal, hacen que nos sintamos peor porque lo que hacen es traer a la memoria aquellos pensamientos negativos sobre cómo de mal realizamos nuestro trabajo. 

No es buena idea, entonces: 

Evitar una emoción dolorosa 

Evitar un pensamiento difícil. 

Eliminar un recuerdo doloroso. 

La rigidez psicológica predice trastornos mentales como la depresión, al ansiedad, el abuso de sustancias, el estrés postraumático y los trastornos de alimentación, entre otros problemas de la psique. 

¿Cuáles son las habilidades que hay que aprender para ser flexibles psicológicamente? 

Suscríbete para obtener acceso

Sigue leyendo el artículo suscribiéndote hoy mismo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

ACT Terapia de Aceptación y Compromiso Alimentación Bienestar Cursos y guías Deporte Depresión Educación e hijos Estrés y ansiedad Experimentos Familia Internet y redes sociales Libros Libros de psicología Memoria Mindfulness Otras lecturas Pareja Psicologia cognitiva Psicología Psicología de la emoción Psicología positiva Psicología Social Sin categoría Terapias Terapias Tercera Generación Trabajo Trastornos mentales

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: